Espacios y momentos para recargar la energía eterica
Cuando descubrí que un rasgo de mi personalidad es PAS fue un alivio, comencé a comprenderme y a atenderme como mi ser me lo pedía sin sentirme “rara” o inadaptada, como me sentí duramente muchísimo tiempo.
“Comprender es aliviar” diría Marian Rojas y es que cuando fui cada vez jalando el hilo conductor de mi ser y ver hacia dónde me llevaba, comencé a dejar de imponerme cosas solo para sentirme “normal”
Me di cuenta lo importante que es para mí, los espacios de calma y silencio, caminar descalza, sentarme en un lugar donde poder contemplar los árboles, el color verde, los sonidos de la naturaleza, tomar algo caliente prender una vela y encender un sahumerio.
Sin darme cuenta eso para mí han sido mis “zonas de recuperación”
Cuando un ser es altamente sensible, siente y percibe todo con mayor intensidad, requiere tener espacios y momentos a lo largo del día que le ayuden a recargar su energía eterica.
Entendí que los rituales son como vitaminas para el ser sensible.
La sensibilidad puede verse en una sociedad exigente como una debilidad, sin embargo, bien acompañada y “composteada” en un entorno sutil, se convierte en una fuente de fortaleza, no solo para los seres altamente sensibles, para todos los seres.
Es esencial saber dónde tu energía está más presente:
- En el pensar
- En el sentir
- En el hacer
Y poner en marcha recursos para hacer fluir en sincronía estas tres, sin que ninguna sea un obstáculo, están los que:
- Piensan mucho y no hacen mucho.
- Los que sienten demasiado y no logran pensar con lógica.
- O los que hacen y hacen, sin pensar ni sentir.
Descubrir cuáles son los factores que estresan y cuáles son las zonas que nos recuperan da un cambio totalmente significativo a nuestro ser, dejando de remar contra corriente y subirnos al fluir de la vida danzando y cantando, convirtiendo la vida en un ritual.
Acá una zona de recuperación que me arme con los elementos para conectar con lo que amo 🪷💚